Tipos de orquídeas más allá de la Phalaenopsis

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Son una de las plantas que más enamoran y con más presencia en muchos hogares. Sin embargo, descubrir los tipos de orquídeas nos abre un auténtico horizonte de formas de flores, colores y peculiaridades. Porque a pesar de que la Phalaenopsis es, sin duda, la reina en popularidad es interesante conocer los muchos otros tipos de orquídeas que conviven en una de las familias botánicas más extensas de la naturaleza.

Y decimos extensas porque es interesante saber que hay presencia de orquídeas en el mundo natural en cualquier clima. Algo que hace que se tenga constancia de más de 30.000 variedades naturales que se reparten a lo largo y ancho del Planeta en los climas más dispares.

Seguro que a estas alturas ya habrás descubierto la versatilidad de las orquídeas como elemento natural de la decoración de tu casa. Pero vayamos un paso más allá y descubramos los muchos tipos que pueden hacernos disfrutar de su elegancia y belleza.

DIEZ TIPOS DE ORQUÍDEAS

Está claro que no podemos hablar de todos los tipos de orquídeas que existen en este post. Sin embargo, trataremos de ver diez de los géneros de orquídeas más habituales que podemos disfrutar en nuestro clima. O, lo que es lo mismo, los que podemos encontrar en centros de jardinería (como nuestras tiendas Verdecora o en nuestra tienda online) para decorar nuestra vida.

Phalaenopsis

Tipos de orquídeas: Phalaenopsis

Como decimos en el propio titular de este post, el tipo de orquídea más popular. La principal característica de las Phalaenopsis son sus flores en forma de mariposa (que pueden ser de un solo color o combinar distintas tonalidades, y nacen de las varas florales) y sus hojas carnosas (de un color verde intenso).

Dendrobium

Tipos de orquídeas: Dendrobium

Otra de las especies más comunes para quienes ya se han iniciado en el mundo de las orquídeas. Las Dendrobium se caracterizan tanto por tener las hojas mucho más estrechas y puntiagudas que las Phalaenopsis como por su distribución (nacen directamente del tallo central). De hecho, es la distribución de hojas la que marca a esta enorme familia en la que podemos encontrar flores de lo más disperso pero con una máxima común: su increíble belleza.

Cymbidium

Tipos de orquídeas: Cymbidium

El primer tipo de orquídeas cultivadas en interior por la facilidad de sus cuidados. Más allá de la variedad de sus flores, las Cymbidium son apreciadas porque suelen tener fragancia y, añadido, mantienen su floración durante mucho tiempo. La planta (de hojas perennes) se desarrolla a partir de pseudobulbos, una de las principales características para poder diferenciarlas.

Cattleya

Tipos de orquídeas: Cattleya

La primera de las orquídeas que llegó a Europa y de una manera muy curiosa: en una valija diplomática y desde Brasil. Más allá de esta anécdota, las Cattleya son uno de los tipos de orquídeas más cultivados por los amantes de las orquídeas en todo el mundo. También crece a partir de pseudobulbos pero, a diferencia de otras orquídeas similares, en este caso los tallos cuenta con pocas flores pero siempre de gran tamaño. ¡Un espectáculo natural!

Vanda

Tipos de orquídeas: Vanda

Quizás las más llamativas de todas porque en la mayoría de los casos se comercializan como están en su hábitat natural: suspendidas en el aire. Son un ejemplo de orquídea aérea que se alimenta de la humedad del ambiente, por lo que en caso de elegir tenerla en nuestro hogar tendremos que pulverizar agua en sus raíces de manera regular. Una de sus características más singulares es el espectacular tamaño de sus flores.

Cambria

Tipos de orquídeas: Cambria

A diferencia de todas las que hemos visto hasta ahora, la Cambria son las únicas orquídeas queno podremos encontrar en el mundo natural ya que son el resultado de múltiples híbridos. También crecen a partir de pseudobulbos y cuentan con una gran variedad de tipos de flores.

Oncidium

Tipos de orquídeas: Oncidium

También muy populares por el gran número de flores de pequeño tamaño que pueblan sus ramas (precisamente por esto, reciben el sobrenombre de “Dama danzante”). Las Oncidium son en su inmensa mayoría amarillas con leves tonos entre naranjas y rojizos. Las varas florales también emergen de un pseudobulbo al igual que lo hacen las hojas, más estrechas y menos carnosas que en otros tipos de orquídeas.

Brassia

Tipos de orquídeas: Brassia

También llamada “orquídea araña” por la morfología de sus flores, que guarda una increíble similitud con estos arácnidos. Tanto las varas florales como las flores nacen de los pseudobulbos de la base de la planta.

Zygopetalum

Tipos de orquídeas: Zygopetalum

Muy apreciadas para los arreglos florales, tanto por la espectacularidad de sus flores (que suelen tener colores morados, púrpuras y lilas) como por su ligera fragancia. Añadido, la floración de las Zygopetalum son de las más duraderas entre los tipos de orquídeas.

Epidendrum

Tipos de orquídeas: Epidendrum

Más allá de que en este género podemos encontrar una amplia variedad de flores, la principal ventaja de las orquídeas Epidendrum es la facilidad de su cultivo. Aunque sus flores no son tan espectaculares como en otros tipos de orquídeas, lo cierto es que son perfectas para quienes necesiten perder el miedo al cultivo de las orquídeas. Se amoldan bien a diferentes ambientes y, añadido, son propensas a reproducirse mediante keikis (descubre qué son en este otro post).

Y podríamos seguir descubriendo tipos de orquídeas porque, como decíamos al principio, el abanico de variedades es enorme. Aunque lo dejemos en diez, algo tenemos claro: sea como sea, cualquier orquídea se convertirá en protagonista absoluta de nuestra casa con su belleza.

Cuidados de la Lavanda: riego, cultivo y poda

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La Lavanda es una de las plantas aromáticas por excelencia, perfecta para tener en casa. Los cuidados de la lavanda no son demasiado complicados; y no solo nos proporcionan el placer de disfrutar de la belleza natural de esta planta sino, además, su mayor virtud: su peculiar e irresistible perfume. Se trata de un aroma que huele a verano, a naturaleza y a fuente de remedio medicinal natural.

Al ser un arbusto silvestrela Lavanda es una planta de carácter rústico que no requerirá mucho de nuestra parte para florecer en los meses de verano. Es más: es importante saber que esta planta es incluso capaz de crecer en zonas rocosas y a pleno sol, por lo que esto nos da una buena pista de sus pocas necesidades.

¡Descubramos cuáles son para disfrutar de esta maravillosa planta en casa!

CINCO PASOS PARA CULTIVAR LAVANDA

La Lavanda en cualquiera de sus variedades (existen más de 60 tipos) es de carácter perenne, por lo que sus hojas no se renovarán anualmente. Capaz de alcanzar el metro y medio de altura, esta planta es un arbusto que adquirirá un carácter leñoso. Esto hace que la Lavanda sea ideal para formar hermosos cierres y borduras (que serán todavía más llamativos con la llegada de su singular floración).

Algo que podemos lograr siguiendo cinco sencillos pasos para cultivar esta maravillosa planta:

1. ¿Qué tipo de sustrato necesita la Lavanda?

La Lavanda no solo necesita un sustrato alcalino (o, lo que es lo mismo, con un pH elevado) sino que, además, es fundamental para su correcto crecimiento. En caso de que nuestro suelo sea ácido, tendremos que compensar esa acidez con un sustrato específico (que tendremos que aplicar de manera recurrente) o, incluso, añadiendo cal para elevar el pH.

Además de hacer que la planta disponga de este tipo de sustrato para crecer, es esencial que la Lavanda cuente con un buen drenaje. Para ello, lo ideal es que le procuremos un suelo arenoso (que facilite la evacuación de agua, evitando que haya cualquier rastro de humedad). Este aspecto es especialmente importante, ya que las raíces de la Lavanda no toleran los encharcamientos en ninguna estación del año pero, especialmente en invierno (época en la que un exceso de agua en las raíces puede congelarlas y matar a la planta).

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2. ¿Dónde plantar la Lavanda?

No existe un lugar específico sino, más bien, uno que reúna las condiciones necesarias. Con esto nos referimos a que tanto en maceta (algo que tendremos que elegir cuidadosamentenecesitará tener un diámetro de entre 30 y 40 centímetros) como directamente en el suelo es posible plantar Lavanda y disfrutarla con éxito. Lo que sí es importante es que la planta cuente con buena aireación o, lo que es lo mismo, que cuando la plantemos no solo evitemos hacerlo muy cerca de otras plantas sino que también preveamos las dimensiones que puede alcanzar cuando comience a crecer (con vistas a guardar una cierta distancia con respecto a cualquier otra planta). De esta forma, podrá crecer con normalidad sin entorpecer tampoco el crecimiento de sus vecinas.

Además, es fundamental que la planta reciba sol directo al menos durante seis horas diarias. Una buena razón para evitar, si la plantamos en tierra, que esté próxima a árboles que puedan robarle luminosidad.

3. ¿Cómo debe ser el riego de la Lavanda?

Dado su carácter rústico, en la naturaleza la Lavanda soporta incluso las épocas de ausencia de agua. Sin embargo, tendremos que prestarle atención a su pauta de riego especialmente en los meses de crecimiento en los que tendremos que dispensarle un riego moderado. Es importante que la reguemos evitando siempre mojar sus ramas y flores, ya que de hacerlo corremos el riesgo de que en la planta proliferen hongos.

Durante los meses de frío, espaciaremos los riegos y los concentraremos en las horas centrales del día para evitar que, con la llegada de la noche, sus raíces todavía puedan guardar humedad. En los meses de calor, lo ideal es un riego regular una vez a la semana y siempre que el sustrato esté seco antes de hacerlo (si todavía conserva humedad, esperaremos un poco más antes de volver a regar).

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4. ¿La Lavanda se abona?

Pues no, es más ¡se desaconseja! Como buen arbusto rústico, no es demasiado exigente en cuanto a la calidad del suelo y un exceso de fertilización puede provocar que su floración pierda su potente aroma característico. Sin embargo, si el suelo en el que está plantada es muy pobre o para aquellos ejemplares en maceta, es recomendable aplicar antes de la época de floración una disolución mínima de fertilizante.

5. ¿Cuándo se poda la Lavanda?

Y si fertilizar la planta no es importante, sí lo es realizar una poda. Esto es algo que no debemos confundir con recoger sus flores (si el destino de estas es tener fines decorativos o, incluso, medicinales).

Con el comienzo de la primavera o la llegada del otoño (siempre antes o después de la época de floración), lo más recomendable es realizar una pequeña poda que nunca superará la mitad del tamaño de la planta. Gracias a ella, estaremos estimulando el crecimiento de nuevas ramas pero también de sus flores.

Esta misma tarea la realizaremos en aquellas lavandas que estén dispuestas creando un cierre o bordura, con una pequeña diferencia: además de podarla en altura, tendremos que hacerlo en contorno (con vistas a darle la forma que queramos, y que todo el cierre siga una misma línea estética).

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Y con estos cinco pasos para cultivar Lavanda, raro será que se nos resista poder contar durante los meses de verano con su maravillosa fragancia. Una que es, además, un auténtico imán para la fauna biodiversa que vive en el jardín y que es tan necesaria para la sostenibilidad de la naturaleza.

La glicina (Wisteria sinensis) colmará de flores tu jardín

La glicina (Wisteria sinensis) colmará de flores tu jardín

Últimamente me ha dado por las plantas trepadoras. Por eso esta semana quiero hablar de la glicina. La wisteria, glicina o glicinia (Wisteria sinensis) es una maravillosa enredadera capaz de cubrir cualquier fachada que te propongas, adornándola sin escatimar recursos con sus enormes racimos de flores colgantes. ¿Quieres saber más sobre ella? Pues adelante.

Tunel de Glicina (Wisteria sinensis)

Tunel de Glicina (Wisteria sinensis) en el Jardín Bardini de Florencia

¿Qué te parece? El uso de la glicina para la formación de pasillos o túneles florales, como en este jardín de Florencia, no es anecdótica. Esta trepadora, con su activo desarrollo, se presta a esto y a mucho más.

La wisteria es una planta leñosa de potente crecimiento, que en ocasiones acaba incluso por alcanzar forma de árbol. Sus posibles quince metros de altura la hacen adecuada para cubrir todo tipo de estructuras (pérgolas, muros, fachadas…) tan solo debes facilitarle un lugar firme por donde trepar y ella irá ascendiendo abrazándolo con sus tallos.Además de vigorosa, esta trepadora es resistente y longeva; con los cuidados adecuados (buena luz y alimento) es capaz de vivir hasta los cien años -antes de marchitarse te acabarás cansando tú de ella-.

Contenido de la entrada

  • 1 Cómo es la glicina
  • 2 Usos de la Wisteria
  • 3 Cultivo y cuidados de la glicina
    • 3.1 Exposición y temperatura
    • 3.2 Sustrato
    • 3.3 Riego
    • 3.4 Plagas y enfermedades
    • 3.5 Reproducción
    • 3.6 Poda

Cómo es la glicina

La glicina es originaria de China y pertenece a la familia de las leguminosas. Sus hojas son compuestas (tienen entre siete y trece foliolos) que pierde al llegar el otoño. Razón por la que si la utilizas para sombrear no molestarán al bajar las temperaturas. Entraría en el selecto club de las que dejan pasar los rayos del sol durante el invierno (ver también el caso de la parra virgen).

Pasillo de glicina (Wisteria sinensis)

Pasillo de glicina (Wisteria sinensis) en el Jardín Bardini de Florencia

Las flores de la glicina se abren a principios de la primavera (incluso antes de que surja su denso follaje) saturando el ambiente con su perfume. No querrás perderte entonces sus largos racimos colgantes. El violeta, el malva o el azul (en algunas variedades también el blanco) serán los protagonistas de un espectáculo que podrás admirar hasta bien entrado el mes de mayo.

¿Necesitas una #trepadora para tu pérgola? La glicina (Wisteria sinensis) es lo que buscas

Después, en verano, madurarán sus frutos. Verás que estas legumbres planas (similares a judías), tras abrirse, con frecuencia permanecerán sobre la planta. Algo importante que debes considerar, si tienes niños pequeños o mascotas, es su toxicidad. Ten cuidado tanto con las vainas como con sus semillas, ya que resultan peligrosas en caso de ingestión accidental (entre otros síntomas provocan dolor abdominal, vómitos o mareos).

Usos de la Wisteria

La glicina (Wisteria sinensis), dadas sus necesidades de luz y futura envergadura, debe cultivarse en el exterior y preferiblemente en el suelo. Disfruta de un rápido desarrollo y de un sistema radicular potente por lo que lo más conveniente es plantarla directamente en la tierra (junto a aquel soporte por el que quieres que ascienda) y a ser posible lejos de cimientos, tuberías o piscinas.

Flor de la glicina (Wisteria sinensis)

Detalle de la flor de la glicina (Wisteria sinensis)

¿No dispones de jardín pero sí de un patio o terraza? En tal caso tampoco tienes por qué renunciar a ella. Para decorar tu pérgola con la wisteria consigue cuatro jardineras de gran tamaño y planta un ejemplar junto a cada uno de los postes. Guía los tallos principales para que empiecen a rodear la madera y logren ir escalando.

Es importante no dejar que ramifiquen hasta que alcancen su meta. Las traviesas superiores serán las vigas para tu futuro techo vegetal. Elimina todos los brotes nuevos antes de llegar a ellas y después favorece la brotación de los tallos mediante el pinzado de las guías en crecimiento.

Cultivo y cuidados de la glicina

La glicina es una planta resistente y generosa (capaz de ofrecerte mucho a cambio de escaso esfuerzo por tu parte), pero como en toda relación deberás conocerla un poco para saber a qué atenerte.

Exposición y temperatura

La wisteria requiere bastante luz. Puedes situarla a semisombra, incluso lo agradecerá en aquellos lugares especialmente castigados por el sol, pero por lo general florecerá más y mejor con exposición soleada.

Esta trepadora aguanta las heladas por lo que cultivarla lejos de la costa, donde los inviernos son más rigurosos, no será un impedimento (es factible, por lo tanto, igual en Madrid que en Barcelona).

Sustrato

Al presentar un sistema radicular importante la glicina requiere de suelos profundos, a ser posible de estructura franca o arenosa. Aunque, al no ser nada exigente, le bastará con que se encuentren suficientemente drenados. Una mezcla estándar de mantillo, turba y perlita será lo correcto para los casos de cultivo en maceta.

Riego

El tema del riego es con lo que más deberás afinar. Aunque aguanta los periodos de sequía, la Wisteria sinensis necesita como norma riegos frecuentes en verano, o al menos los suficientes para mantener cierta humedad en el sustrato. No le gusta que éste seque por completo, pero tampoco que permanezca encharcado.

Plagas y enfermedades

¡Cuidado…! demasiada cantidad de agua desplazará el oxígeno del suelo y hará enfermar las raíces de tu wisteria. Ya sabes, incluso podría provocar la aparición de hongos como la Phytophthora.

Otro problema frecuente que suele sufrir la glicina es la aparición de pulgones. Algo que no debe quitarte el sueño si sabes como actuar. Insecticidas ecológicos, como por ejemplo el jabón potásico o el aceite de neem, bastarán para solucionarlo.

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Reproducción

La mejor manera de multiplicar la wisteria es mediante esquejes (utilizando estacas semileñosas) o bien por acodo. Las semillas tienen el inconveniente de necesitar ser estratificadas antes en frío para germinar (a unos 5ºc) . Además las nuevas plantas tardarían bastante más en crecer y en producir flores que con las técnicas anteriores.

Poda

Por último, ten presente que la glicina florece siempre sobre los brotes del año anteriorpor lo que una poda inadecuada podría perjudicarla. Para evitar riesgos innecesarios, si no dominas del tema, limítate a prescindir de aquellas ramas mal formadas o indeseables. No realices podas severas durante el invierno a no ser que lo tengas claro o no te importe la disminución de flores.

A principios del verano elimina, eso sí, los brotes con las flores ya marchitas; de esta manera evitarás la maduración del fruto, con las molestias que ello conlleva, e incentivarás además la floración del nuevo año.

La glicina (Wisteria sinensis) es una trepadora de flores admirables pero suele demorarse al principio (cuando joven) algunos años en producir pimpollos. Tras esperar un tiempo prudencial, si no comienza a florear, deberías indagar las posibles causas (falta de luz, exceso de nitrógeno, poda incorrecta…). En “7 razones por las que tus plantas no florecen” tienes una guía detallada de los errores más frecuentes que menguan o inhiben la obtención de flores. Revísalo y te ahorrarás disgustos.